DON ELOY
Alfaro,
el hombre:
Alfaro nació en
Montecristi, provincia de Manabí, el 25 de Junio de 1842. Su madre fue
Natividad Delgado López; su padre el español Manuel Alfaro, quien inmigró y se
dedicó al comercio del sombrero de paja toquilla. La pareja procreó ocho hijos:
Tomasa, Idelfonso, José Luis, Manuela, Eloy, Manuel, Medardo y Marcos.
Durante su niñez y
adolescencia Eloy demostraba rebeldía. Su padre resolvió llevarlo en sus viajes
posiblemente para modelar su carácter. Según sus biógrafos, Don Manuel, dijo en
alguna ocasión con cierta preocupación: Eloy “va a tener vida alborotada”.
A pesar que los
biógrafos presentan al Alfaro juvenil como un personaje agitado, el historiador
y amigo Roberto Andrade lo describe después, ya en el poder, como un hombre de
temple y carácter firme a la hora de tomar decisiones: “cuando estaba
convencido de que defendía el bien, era fuerte e incontrastable”, pero al mismo
tiempo era reflexivo y entraba en períodos de meditación cuando tenía que tomar
una decisión seria. Demostró tener siempre el rasgo de la perseverancia, lo que
le mantuvo en la lucha continua durante más de tres décadas, antes de tomar el
poder, período en el cual fue en innumerables ocasiones derrotado. Sus adversarios
lo acusaban de ser obstinado.
Se casó con la
panameña Ana Paredes Arosemena en 1872, con quien procreó a sus hijos: Bolívar
(que muere a los 16 días, Colombia, Olmedo, Colón (que muere a los 26 días),
América, Esmeralda, Bolívar, Colón Eloy y Ana María (vivió 19 horas). A Alfaro
se lo conoció como un hombre de inmensa ternura, así como también como un
político que practicó el principio del perdón.
Pensamiento
Alfarista:
“Nada soy, nada
valgo, nada pretendo, nada quiero para mí, para vosotros, que sois el pueblo
que se ha hecho digno de ser libre”.
“La hora más oscura
es la más próxima a la aurora”.
“Cuando desaparece la
práctica de la justicia, se viene al suelo el edificio social que llamamos
Nación”.
“Los vencedores recogen
el fruto de lo que han sembrado los mártires con su sacrificio”.
“Donde impera la
desmoralización y el robo es imposible la República”.
“Ambición…..cráter
donde se hunden las bastardas aspiraciones”.
“No hay redención sin
sacrificios: éstos son la base sólida del Progreso”.
“Los hombres
indiferentes a la desventura de la Nación, aunque sean privadamente laboriosos,
son los auxiliares inconscientes de las desgracias y corrupción de los pueblos”.
“La adulación
rastrera hunde a los buenos y eleva a los malos”.
“En el presente siglo
de oro, la pobreza es el mayor enemigo que tiene el hombre de bien en la vida
social”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario